Estando embarazada de Martina me alucinaban todos los juguetes plasticosos, con luces y sonidos que había en el mercado para bebés «a partir de 0 meses». Juguetes que «estimulan», que «enseñan», que «entretienen»… había algo de todo esto que no me cuadraba, la mayoría de los bebés que había conocido hasta entonces eran felices en brazos de sus madres, riendo con sus hermanos, aprendiendo de su entorno, y entreteniéndose con el ruido de un trozo de papel al arrugarlo, o con una caja de cartón. Yo misma, que tampoco había tenido grandes cantidades de juguetes cuando era niña, acababa prefiriendo las muñecas de trapo, los puzzles, o las construcciones de madera.
Cuando llegaron sus primeras navidades «sólo» puse 2 reglas en cuanto a regalos de juguetes -Nada de plástico, nada de pilas-. En lo segundo me hicieron caso, lo primero fue más difícil, pero poco a poco familia y amigos se fueron dando cuenta de que los juguetes de verdad son aquellos que permiten al niño desarrollar su imaginación y no dar a un botón.
En casa las reglas siguen siendo las mismas, y a excepción de lego, playmóbil y alguna que otra muñeca princesil, lo hemos ido salvando bastante bien. Como casi siempre, el tiempo da la razón y aunque Martina pida «X» porque lo tiene su amiga, lo ha visto en una tienda, o en un anuncio de la tele, al final acaba jugando con «Y» que es el juguete que hemos buscado, valorado y seleccionado para ella… hasta la fecha no ha fallado!
Me gustan los juguetes de madera porque son cálidos, bonitos, porque tienen «alma»… pero dentro de este tipo de juguetes hay muchas marcas, diseños, tipos de madera utilizados y una historia detrás.
La historia de «Wooden Story» me la contó mi amiga Nathalie, de Kamchatka Magic Toys, y mientras me hablaba me enseñaba los juguetes de la marca, me daba a oler las ceras y aceites naturales con los que se habían elaborado, apreciar los distintos tonos de madera de cada pieza, sabiendo que tenía algo único en las manos, algo que había sido elaborado con muchísimo mimo.
Wooden Story nace en los bosques de Polonia en los años 60 y verdaderamente sus piezas te trasladan al olor de la naturaleza, de la tierra mojada, de la resina de los árboles. En ellas puedes ver todos los colores de la naturaleza, que han sido plasmados utilizando tintes totalmente ecológicos. Todos sus productos están elaborados a mano, con manera certificada FSC demostrando así su amor por el medioambiente y por los valores de respeto al planeta, algo que sin duda me gustaría que las niñas valorasen ahora y siempre.
Sé que las construcciones con las que ahora juegan ellas, pasarán a primos, e incluso (ojalá!) a nietos. Que las piezas no se romperán con los años si no que el paso del tiempo las harán aún más bonitas. Que con ellas harán castillos, trenes, casas, árboles, montañas, volcanes e inventarán un sin fin de historias…
Cada ve que veo a Martina jugar con ellas puedo ver su cara de concentración, su pulso intentando mantenerse firme, la veo trabajar la paciencia y la perseverancia apilando las piezas, su sonrisa de triunfo y orgullo cada vez que consigue hacer algo que tenía en mente y que ha realizado ella misma, su aprendizaje sobre figuras geométricas, pesos, volúmenes, gravedad… y dentro de poco recordará ese juguete no por el ruido que hacía, ni por sus vestidos brillantes, ni por todos los botones con luces, si no por todas las horas de imaginación que le permitió desarrollar mientras jugaba con él.
La selección de juguetes que tienen son a cada cual más bonito. Algunos como los mordedores, se nos han quedado pequeños, y me da mucha pena no haberlos conocido antes, pero están en la lista de «cosas bonitas que regalar a un bebé»…
El fundador de esta preciosa marca se apellidaba «Borowy», que resulta ser también el nombre de un espíritu protector de ls animales salvajes y del bosque de la mitología eslava. ¿No os parece una historia maravillosa?
Podéis encontrar toda la selección de juguetes «Wooden Story» en la tienda física de Kamchatka, o en su web si no estáis en Madrid 🙂
. Cho-Lí es una niña que recorre mil aventuras de la mano de sus padres para encontrar un gran tesoro, el tesoro del amor y de la familia. Genial para hablar sobre diversidad familiar.
de Barbara Fiore. Es el típico libro que compro para mí y acaba convirtiéndose en el favorito de Martina. Plantea cuestiones muy profundas sobre la personalidad y la autenticidad de tal manera que conecta con quien lo lee tenga 4 o 40 años.
de Apila. Un precioso ejemplo de diversidad, libertad, aceptación y la búsqueda de la felicidad que resalta el valor de la diferencia como elemento enriquecedor de nuestra sociedad
una historia súper divertida de Picarona en la que un cocodrilo descubre lo que realmente le gusta y hace bien… ¿O es que quizá no sea un cocodrilo? dejo que lo descubráis, que es una sorpresa muy divertida!
de Editorial Juventud. Una historia de libertad con al arte de Paul Kee en sus páginas perfecto para peques muy creativos e interesados por el arte. Para ver más cuentos de este tipo podéis ver 
de La Galera ediciones. Con páginas llenas de color, y troqueles que van descubriendo mariposas, nubes, flores, encadenando las palabras de una manera súper sonora y poética. Recomendadísimo a partir de los 10 meses.
de Kókinos. Dos libros interactivos sobre colores, que alucinará a cualquiera que los tenga en las manos, tenga la edad que tenga. Es como una pequeña sesión de magia! A partir de 3 años.
de Libros el zorro rojo. Totalmente genial para que los más pequeños entiendan la mezcla de los colores primarios y qué otros colores surgen de ahí. A partir de 3 años.
de tapa dura, con 9 páginas con los colores en inglés, y 20 referencias pantone en cada una. A las niñas les ha encantado, especialmente a Martina cuando le traducía el nombre de algunos colores como «rojo – señal de stop», «rosa-cupcake» o morado-monstruo». Súper recomendable para mamás/papás diseñadores gráficos, artistas, o freaks del color. Y como complemento, 
, con 6 mini cuentos de tapas duras, uno por cada color.
esta colección de la editorial Juventud nos encanta por que permite conocer grandes autores como Paul Klee, Van Gogh, Monet o Hokusai en preciosos cuentos ilustrados inspirado con sus obras. Si están interesados por estos autores, esta colección es la vuestra. A partir de 5 años.
. Algo parecido pasa con estos cuatro títulos de Combel sobre autores imprescindibles, pero además con el añadido de que todos ellos son pop-up. Una manera fantástica de descubrir el arte, ¿no creéis? A partir de 4 años.
de Blackie Books. Si vuestro peque ya hace sus obras de arte, se sentirá muy identificado con este niño incomprendido que ve arte en todo lo que le rodea… desde las plantas, hasta la pasta de dientes. Súper divertido y recomendable a partir de 4 años.
de Serres. Este libro me encanta por que trata un tema super importante y es el de las no valoraciones sobre los dibujos de los peques. Y es lo que le pasa a Ramón, a quien le encanta dibujar hasta que su hermano mayor hace un comentario… A partir de 3 años
de Serres y también del anterior autor. Una preciosa historia sobre la creatividad que nos empuja a descubrir al artista que todos llevamos dentro, como el de la protagonista, que de un punto con el lápiz descubre algo maravilloso. A partir de 3 años
de Lata de Sal. Muchos peques ya han terminado el cole, y también se han despedido de los amigos hasta la vuelta del verano, y este precioso ejemplar cuenta la historia de amistad entre un gato y un pez con una ternura infinita, tanta que no puedo evitar que se me escape una lagrimita cuando lo leemos. Nuestro ejemplar además está en gallego para que así mi chico pueda leerles a las peques en su lengua materna.
de Barbara Fiore editora. Redoble de tambores por que es el culpable de mi enamoramiento con los álbumes ilustrados. Sus páginas ilustran la tristeza, la melancolía, el desencanto… Pero también la esperanza y la ilusión. Una joyita para niños hasta los 100 años.
de Ediciones Jaguar. Trata temas como el cambio de casa, la soledad y la amistad entre un niño y un perro perdido. Nos ha encantado el mensaje, las ilustraciones, y la tiernísima historia que cuenta.
de Kókinos. Un precioso album ilustrado de láminas tipo vintage con palabras que corresponden a una determinada estación. Es bastante grueso y está encuadernado en tela. Las palabras están en mayúsculas y en un tamaño considerable, genial para prelectores. Para nosotras es una herramienta genial para aprender palabras nuevas y hemos hecho muchas actividades a partir del libro. Muy recomendable para profes de infantil o familias homeschoolers.
Enamorada me ha dejado este «Tiempos solares» de Pastel de Luna, un recorrido poético a través del calendario lunisolar chino y sus 24 climas. Las ilustraciones, el ritmo, los hanzi… Todo un mundo por descubrir para Martina que no ha dejado de hacer preguntas mientras lo leíamos. A partir de 5-6 años y para consultar a lo largo del año está genial.
de Editorial Comanegra. Una preciosa recopilación de hadas de todo tipo con preciosas ilustraciones y descripciones súper poéticas… Martina está flipada con él, mi hadita del bosque ❤
de Combel Editorial, una pasada de libro repleto de medios de transporte y con solapas, texturas y un montón de info sobre trenes, camiones, barcos y hasta coches de carreras. Perfecto para los amantes de los medios de locomoción 😉
de Ob Stare. Cada vez que leemos este cuento acabo llorando… habla sobre lactancia prolongada (o no interrumpida, como prefiero llamarla), bancos de leche, bebés prematuros y la ayuda y apoyo entre madres con una ternura y una delicadeza preciosas. Totalmente recomendable a cualquier edad, sólo por el placer de tener este tesoro en vuestras casas.
de Kókinos. Uno de nuestras lecturas favoritas con Martina cuando estaba embaraza de Julieta. Me hice con algunos cuentos que trataban el tema de los hermanos como os enseñé 
de SM. No podía faltar una recomendación para los más peques, por que aunque en casa leamos más con Martina, Julieta también tiene muchos cuentos (la mayoría heredados, pobre mía) adecuados para su edad y uno de ellos es este súper ventas que reconozcámoslo, puede no ser el libro más bonito del mundo, ni por la historia ni por sus ilustraciones, pero no sé qué tiene que a todos los niños les encanta. Si ya haces un poco de teatrillo, se quedan hipnotizados. Un imprescindible desde que son peques.
parece que se nos olvida que nosotras también tardábamos siglos en terminarnos la cena, nos pintábamos a escondidas con el maquillaje de mamá, o decíamos 
este elefante multicolor nos ha conquistado el corazón desde que llegó a casa. Es divertido, tierno y también diferente, pero eso no es nada malo… más bien al contrario!. Elmer tiene una extensísima colección de cuentos y precisamente Bei de Tigriteando, sacó ayer 
ya os he contado alguna vez que Martina no puede ser más «princesa rosa purpurina» y que yo ya la dejo vivir en su mundo de algodón de azúcar y príncipes encantados por que no hay mal que cien años dure, (ni cuerpo que lo aguante, no?). Así que este cuento es
este fue uno de los primeros cuentos «de contar» que compré a Martina y ay! qué enamoramiento tuvimos con él… La Cebra Camila es uno de esos cuentos perfectos para empezar a crear una rutina de lectura en los peques por que en cada página pasa la misma historia con pequeñas variaciones, algo que a los niños les gusta mucho. La cebra Camila decide ser mayor y pierde muchas de sus rayas, pero los amigos que va encontrando en su camino le ayudan a tener otras nuevas.
cuenta la historia de una ratoncita que decide acabar con su tristeza a base de pintarse la piel de varios colores pero se ponga como se ponga, el resto de animales acaban burlándose de ella, hasta que finalmente decide quedarse de color gris. Y es que no hay nada como ser uno mismo, verdad?. A partir de 3 años.
un libro estupendo para cuando los peques empiezan a aprender a pasar las hojas. Tiene una manera de desdoblarse muy peculiar, y cada página se divide en otras cuatro en las que va ofreciendo pistas del animal que se descubre una vez desplegada del todo. Las ilustraciones son muy lindas, y las pistas son rimadas, lo que le aporta sonoridad. A partir de 18 meses.
muy parecido al muy conocido «¿A qué sabe la luna?» pero en casa nos gusta mucho más esta versión. Fue uno de los primeros libros de bebé de Martina, y ahora Julieta lo disfruta también por que sus hojas son de cartón resistente. La luna está triste y el elefante quiere darle un beso. Se estira mucho pero no llega, así que todos los animales le ayudan para que pueda cumplir su deseo, y que la luna se ponga contenta. Tierno, ¿verdad? . A partir de 12 meses.
de OQO editora
de Kalandraka
de Tramuntana
de Ob Stare
de Mil Razones
de Kokinos
de Algar editorial
Madrid, Martina & myself 