Parto en casa de Julieta

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Junto con todos los mensajes de cariño que hemos recibido por el cumple de Julieta, también llegaron muchos, muchísimos mensajes preguntando cómo fue parir en casa, por qué tomamos esa decisión, si Martina estaba o no presente… La historia del nacimiento en casa de Julieta la he rememorado, escrito y contado tantas veces que tengo la sensación de repetirme mientras escribo este post, pero ahora hay un montón de personas ahí que no estabais hace dos años, y me apetece compartirlo con vosotros también.

¿Por qué parir en casa?

El parto de Martina fue en hospital. Es cierto que hubo un momento en el que pensé en parir en casa, pero no me sentía segura. Supongo que la inexperiencia y el no saber qué pasaría hizo que me decantara por la opción hospitalaria. Me cambié de hospital a uno que sí respetara mis deseos en cuanto al parto, y Martina nació en un parto largo, muy duro, pero sin medicalizar y bastante acorde con lo que yo quería, pero durante la estancia postparto en el hospital, en lo único en lo que podía pensar era en lo bien que estaría en casa…

Cada vez que pensaba en tener otro bebé, no me imaginaba volviendo al hospital. No podía pensar en separarme de Martina, ni en volver a pasar por un postparto hospitalario sino que pensaba en nuestra casa, nuestro salón, nuestra cama, nos imaginaba juntos y en total intimidad.

Cuando el embarazo llegó, me puse en contacto con el equipo de Ancara perinatal y supe que ellas serían las adecuadas para atender el parto de Julieta en casa. Anabel, la matrona, me aportó confianza desde el primer momento, confianza y normalidad, eso era justo lo que necesitaba. Estaba llevando un embarazo normal, de un único bebé, y tenía un hospital a menos de 30 minutos, así que cumplía varios requisitos para poder llevar a cabo un parto en casa. La decisión estaba tomada.

Embarazo

Durante los meses de embarazo llevé los controles normales en el hospital, las típicas ecos y poco más, puesto que el tema del azúcar lo llevé por mi cuenta con un glucómetro, para tener una info más real . Elegí el hospital de Torrejón porque a pesar de estar bastante lejos de casa, sabía que sería bien recibida si durante el parto decidíamos hacer un traslado por cualquier motivo. Finalmente no hizo falta, pero fue estupendo contar con el apoyo del personal que me atendía cuando comentaba con ellos que pariría en casa.

Desde la semana 37, tanto Anabel como Paca, la doula que acompaña en los partos que lleva Ancara, me visitaban en casa y hablábamos de los preparativos, de cómo nos sentíamos, nos daba consejos y apoyo y cogían confianza con Martina para que el día «D» no las viera como extrañas cuando llegaran a casa. Fue un final de embarazo dulce, confiado, ansiando que llegara el momento del parto.

Preparto

Justo el fin de semana que yo salía de cuentas (19-20 de octubre), coincidía con mi formación de doula, y coincidía también que Anabel, mi matrona, era la ponente principal de esa jornada. Mis compañeras de formación bromeaban con la idea de que podría ponerme de parto en cualquier momento porque mi matrona iba a estar allí mismo, pero yo estaba especialmente sensible y desanimada por que veía que mi FPP llegaba pero Julieta no. El sábado por la noche volví a casa sintiéndome cansada y con la esperanza de que esa misma noche nacería Julieta, pero el domingo me desperté como si nada, más fresca que una rosa, hasta que mientras desayunábamos, sentí como fisuraba la bolsa y un poco de líquido amniótico salía. El viaje había comenzado.

En seguida se lo dije a mi chico y envié un mensaje a mi matrona. El parto había comenzado exactamente igual que el de Martina, fisurando la bolsa por la mañana temprano y sin contracciones, así que decidí irme a mi formación de doula. Quedé con Jose en que él se quedaría por un parque cercano con Martina por si de repente comenzaba a encontrarme mal, pero la realidad fue que cuando llegué y puse a mis compañeras al corriente de la situación, me sentí tan arropada, acompañada y sostenida, que no hubiera deseado estar en otro lugar. Las contracciones iban y venían flojitas, y siempre había alguien a mi lado dándome apoyo: verdaderamente fue muy especial.

Parto

Terminó la sesión y quise irme a casa a estar con mis cosas, en mi espacio. Comimos algo y me puse a limpiar (manías de parturienta, no preguntéis) mientras Martina y Jose veían la peli de «Enredados». Intenté acostarme (después de dejar todo como una patena), pero las contracciones ya no me dejaban descansar y ninguna postura me parecía buena. Eran ya las 17:00 y llamé a mi matrona para decirle que el momento estaba cerca.

Jose y Martina se fueron a merendar a casa de mis padres porque habíamos quedado con ellos hacía unos días, y no queríamos «crear alarma». Decidí que muy pocas personas sabrían que Julieta iba a nacer en casa, y sabía que aunque corría el riesgo de que se enfadaran un poco, les hacía un favor no contándoselo. Ellos estarían más tranquilos y yo también.

Yo me quedé en casa mientras, llenando de agua calentita la mini bañera de nuestro baño para llevar mejor las contracciones al igual que había hecho con Martina, y al poquito llegaron Anabel y Paca y me encontraron a oscuras metida en la bañera. No quería luces, no quería ruidos… sabía que la dilatación estaba avanzando muy rápido pero eso también conllevaba que la intensidad de las contracciones fuera muy grande. Las dos respetaron en todo momento mis deseos de soledad y silencio, y como mucho se asomaban para comprobar que yo estuviera bien.

A la hora más o menos quise salir de la bañera e irme a la cama. Cuando llegué todo estaba amorosamente dispuesto, cojines, mantas, empapadores, y la toalla de bambú que envolvería a Julieta al nacer. Ya faltaba muy muy poco.

Expulsivo

Sabía que iba a pasarme. No sé por qué intuía que como con Martina, la dilatación sería en tiempo record pero el expulsivo me llevaría siglos. Me acomodé en la cama a cuatro patas, agarrada al cabecero, y poco a poco comenzaron los pujos. Todos los recuerdos de entonces están bañados por una neblina y hay detalles que se me escapan. Quienes habéis tenido partos sin medicación sabréis que el cuerpo se «dopa» a sí mismo, y llegan un momento en el que sientes de todo, menos dolor, y estás como en un sueño extraño.

Oí que Jose y Martina entraban por la puerta, y me relajé. No quería que la peque naciera y no estuvieran allí, así que ahora sí que todo estaba listo. El expulsivo fue laaaaargo pero en todo momento sabía que todo iba bien, que mi cuerpo estaba haciendo un gran trabajo, y que pronto tendría a Julieta en brazos.

Martina se portó como una auténtica campeona y en todo momento estuvo pendiente de lo que sucedía, animándome como la que más, queriendo ayudar a la matrona, viendo absolutamente todo sin censura, es más, fue la primera en tocar la cabecita de Julieta en cuanto asomó un poco, imaginaos lo bien que estaba llevando la situación… los niños siempre tan sorprendentes.

Y allí estaba, tras apenas dos horas y media de parto, Julieta llegaba al mundo a las 19:40 preciosa, calentita, recubierta de vérnix, y directa a mis brazos. Y yo sólo podía decirle «Ya estás con mamá mi amor, ya estás con mamá».

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Alumbramiento

Ya estaba. Tenía a mi bebé en brazos, a mi niña (recién convertida en «hermana mayor») tumbada a mi lado en la cama, conociendo a la bebé, y a mi chico, que había confiado en mi ciegamente en todo momento al otro lado, dándome todo su amor. Esta era la manera en la que quería recibir a la pequeña de la casa, y no podía ser más feliz.

La placenta salió perfecta, y Anabel explicó a Martina (que estaba súper interesada en verla y tocarla!) en qué lado había estado apoyada Julieta durante todo el embarazo. Jose cortó el cordón que nos unía, y nos trasladamos al sofá arropadas con una manta mientras Paca volvía a hacer magia y dejaba la habitación lista y recogida para las dos, para los cuatro que ya éramos.

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Postparto

Lo primero que hice cuando nos despertamos fue llamar a mi madre y decírselo. Sabía que la pillaría trabajando y que se iba a quedar en shock, pero la alegría de tener una nueva nieta fue mayor y sólo acertó a llorar de emoción y a darme la enhorabuena. Lo fui anunciando en redes sociales, y las felicitaciones y mensajes de cariño se fueron sucediendo a lo largo del día haciéndonos muy felices, y disfrutando de la intimidad que nos brindaba el estar en casa, conociéndonos poco a poco, y estableciendo la lactancia sin las interrupciones típicas del hospital.

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A día de hoy puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca, y que sin ninguna duda volvería a vivirlo. Es una decisión muy personal pero también informada y sopesada, y ambos éramos conscientes de que las posibles complicaciones se podían suceder igualmente en casa que en el hospital.

Actualmente, según la OMS, es igual de seguro parir en casa que en el hospital, y más recomendable en embarazos normales.

A los pocos días nos hicimos una sesión de fotos muy especial con la fantástica Jessica Davey, y todas las imágenes que ilustran este post son suyas.

Si tenéis cualquier pregunta, no dudéis en comentar. Intentaré contestar cuanto antes 🙂

¡Buen fin de semana a todos!

46 comentarios en “Parto en casa de Julieta

  1. Estoy embarazada por segunda vez y después de parir en hospital a mi primera hija siempre dije que el segundo parto sería en casa. La cosa está en que mi marido dice que «no lo ve» y no se como explicarle para que entienda que no es un capricho, que sería la mejor manera de dar la bienvenida a nuestro segundo hij@. Pero no quiero hacerlo si él no está convendio y siente que es lo mejor para todos. Ojalá pueda vivir lo que explicas en el post porque me has hecho saltar las lagrimas de emoción. Un beso enorme!!

    • Hola Estefania! Jose tuvo algún momento al principio en el que se preguntaba por qué en casa, y aunque me lo puso muy fácil, pero si tuvimos una charla a tres con la matrona, quien le contestó a todas sus preguntas con muchísima calma, dándole a él también la seguridad que necesitaba. Espero que consigas tu parto soñado! un abrazo enorme ❤

  2. Parir en casa es una opción que no todas podemos, ni siquiera pensar. A mi me hubiera encantado hacerlo con Izan, pero era primeriza, me moría de miedo y no teníamos el dinero suficiente.
    Mi pregunta es: Más o menos, cuanto te puede llegar a costar parir en casa?
    Espero que la respondas.

    Un saludos familia

    • Entre 1800-2000€ . Para nosotros también supuso un esfuerzo, pero al ser la segunda hija teníamos muchas cosas de Martina que podíamos aprovechar y también desde Ancara nos pusieron muchas facilidades de pago 🙂 para mi no hubo dinero mejor pagado, pero lo suyo es que la seguridad social llegue a cubrirlo un día. Un abrazo grande!

  3. Me ha encantado leer tu historia, Beatriz. Tenemos una manera de pensar súper parecida. Yo tengo claro que si Mara tiene un hermanito o hermanita quiero que sea tal y como lo cuentas: en casa y con ellos. No puedo ni imaginarme separarme de Mara 3 días y volver a pasar un parto hospitalario.
    Un beso!

    • si, creo que para no tener que separarme de Martina fue la clave para decidirnos por el parto en casa, la verdad. Que ella quisiera estar presente durante el parto y ser además tan proactiva fue un verdadero regalo. Espero leer tu parto en casa pronto! un abrazo grande!

    • Hola Diana.
      No se si eres de Madrid. Y solo a título informativo decirte que en el hospital de torrejon los hermanos pueden estar en la habitación durante tu estancia. No así en el parto pero algo es algo.

      Un saludo

  4. Me encanta leer historias como éstas.
    Nunca me planteé tener a mi niña en casa, desgraciadamente tal y como sucedieron las cosas tampoco hubiese sido posible.
    Me has emocionado con tu relato. Precioso.
    Enhorabuena.

  5. Yo estoy embarazada de mi segunda hija,la primera fue parto natural en hospital pero fué muy bien,la verdad.
    Pero esta vez como que me llama parir que casa,por la tranquilidad,el estar con mi hija mayor…pero no estoy convencida del todo,y mi chico menos.
    El me dice que si pasa lo que sea,no me lo voy a perdonar de por vida. Que por una decisión mía pueda pasarnos algo,a mi bebé,o a mi…mi marido dice que debo ser responsable por mis hijas,que necesitan a su madre.
    No creo que lo haga porque no estoy segura y porque mi chico no lo ve para nada,y para mi es indispensable que sea una decisión consensuada. Pero siempre me quedaré con el gusanillo.

  6. Que emocionante Bea, hoy más que nunca me sorprendo como somos capaces de recordar cada momento, a pesar que digas que hay cosas que no recuerdas, por el subidón del propio cuerpo, lo has contado tan tan tan bien, que parece que estemos en esa habitación con vosotros, desde esta ventana.
    Yo soy de parto hospitalario ya sabes, pero como he leído en un comentario tuyo es una opción que se debería contemplar en la seguridad social, ya que no es accesible para muchos y sí una opción más para traer al mundo a nuestros hijos, valiente, personal, íntima… que menos que poder decidir donde y como traemos a nuestros hijos.
    Un besazo enorme para los 4

  7. Me ha gustado mucho mucho tu post! Yo tengo una niña de 2 años y mi parto fue en el Hospital y médicalizado. Cuando recuerdo los dolores de las contracciones y la sensación de alivio que sentí cuando me pusieron la epidural pensé que no sabía cómo alguien que tuviera esos dolores pudieran negarse a una epidural si era lo mejor del mundo! Muy interesante leer un parto desde otra perspectiva completamente diferente!
    Al final lo mas importante es estar en el lugar donde nos sintamos mas a gusto y más seguras y eso es tan personal…

    Enhorabuena por ese parto tan bonito y por compartirlo! Un abrazo!!!

  8. Qué bonito Beatriz!
    Me has emocionado!!! un parto precioso!!!!
    Mis tres partos fueron en el hospital y cada uno mejor que el anterior, los recuerdo con muchísimo cariño. No me cando de repetir que con partos como los míos daría a luz una vez a la semana!!! Hemos tenido muchísima suerte! Una experiencia inigualable!
    Enhorabuena y gracias por compartirlo!
    Un besote
    Mónica.

  9. ¡Qué precioso relato de tu experiencia de parto Beatriz! Me ha encantado y me ha emocionado. Qué valiente fuiste! No he podido resistirme a comentarlo y darte las gracias por compartirlo. Mi único parto hasta ahora ( hace ya siete meses!) fue en un hospital pero también guardo un recuerdo precioso del mismo, tuve la suerte de que
    respetasen mis opciones.

  10. Que bonito! Estoy con la lagrimilla ..mi parto fue largo y doloroso..aun con epidural se alargó muchísimo..perdí mucha sangre y la peque salió con fórceps y le hicieron una heridita en la cabecita..por culpa de la inepta de la doctora..a dios gracias solo quedó en un susto y en una cicatriz que le veo debajo del pelito..cuando leo estos partos en casa me parecéis súper valientes..y a la vez veo que es lo mejor …porque estar atada a una camilla dilatando hasta que llegas a los 5 para ponerte la epidural..sin poder moverte..es una salvajada que a día de hoy se hace en hospitales públicos ..por eso creo q por lo menos en tu casa, el dolor lo puedes aliviar de alguna manera moviéndote a tus anchas..felicidades de nuevo a tu peque y a ti 😉

    • Muchísimas gracias linda. Sí, lo cierto es que parir en casa tiene varias ventajas entre ellas que estás en tu espacio y tienes libertad total de movimientos y las contracciones se llevan bastante mejor… siento la heridita de la peque ❤ un abrazo enorme!

  11. Mira que ya habia leido otras veces sobre el parto de Julieta pero esctan emocionante que los lágrimales tienen vida propia…enhorabuena mil veces!

  12. ¡Precioso parto! Mis dos partos han sido en hospital y este que es el tercero seguramente será en casa. Espero encontrar a alguna matrona que me inspire tanta confianza como Anabel.
    Me ha sorprendido leer que solo sabían que parirías en casa unas pocas personas. Yo me siento igual y creo que no lo diré a mi familia más cercana porque sé que se preocuparán e intentarán convencerme de que vaya al hospital.
    Gracias por compartir tu parto. Un abrazo.

  13. Que parto tan bonito! Me has emocionado! la verdad que aunque pasen los años no se olvidan ni los pequeños detalles!yo me acuerdo del mio como si fuera ayer. Empecé con contracciones el sábado 23 noviembre 2013 por la mañana,comí en casa de mis padres,me eche la siesta,pase la tarde,me duché y llegamos a las 21.30 al hospital. Llegue dilatada de 4cm (según ellos mi cara no era de estar de parto) y a las 0:35 del día 24 tuve a Adrián en mis brazos!no podría creer que fueran sólo 3horas! Espero que con el segundo sea así o mejor!
    Gran post!seguro que sirve para animar a las futuras mamis !además podemos contar contigo como Doula no?un beso

  14. Qué gusto parir en casa. Yo tuve a mi hijo también con Anabel y Paca, y fue el dinero mejor invertido. Benditas sus visitas durante el postparto. No me puedo imaginar algo tan íntimo en lo que en mi opinión es un entorno frío y hostil, como el hospitalario. Comer calentito y casero, en tu cama, recién parida y con tu bebé dormido en tu pecho, en silencio, en penumbra… Repetiría una y mil veces.

  15. Bea qué bonito! Aún con lágrimas en los ojos… Me he ido emocionando poco a poco como lo ibas contando.
    Un besazo enoooorme y muchas gracias por compartir tu historia.
    Alichusky (IG)
    Pd. Futura mami primeriza😍

  16. Este tema me mueve mucho: Javi y yo nos preparamos para un parto en casa con Grupo Génesis, pero el mentir sobre mis planes de parto (soy muy comunicativa y me costó mucho: lo hice por no preocupar a mi familia, y para que la gente no me considerara una «loca irracional», lo que no me apetecía en mi estado), y alguna cosilla más (como lo difícil que es realmente ese trabajo de parir conscientemente, asumiendo la responsabilidad en tu propia salud, contactar de verdad con tu cuerpo…), me hicieron llegar a la semana 42+2 sin líquido amniótico.
    Fui a una inducción que acabó en cesárea respetada (no me separaron en ningún momento de mi bebé, mi doula pudo estar con nosotros todo el tiempo…)
    No cambio esa experiencia ni todo lo que aprendí al intentar mi parto en casa por nada!
    ¡La 1a vez que lo cuento en redes sociales! 🙂
    Así que, infinitas gracias por compartir: tú que llegas a tanta gente, qué bueno que ayudes a normalizar y difundir información seria y fiable, para que las mujeres nos vayamos empoderando cada vez más, viendo que hay más opciones que son igualmente respetables. 💚
    Una sugerencia: sería muy bueno que hablaras sobre porteo ergonómico, par a dar a conocer lo bueno que es, y el riesgo de las «mochilas colgonas» tan popularizadas.
    Un abrazo y gracias de nuevo.😍🌈

  17. La verdad es que hay que ser muy valiente para decidir una cosa así, porque no estás decidiendo sólo por tí, sino por tí y por tu hijo, incluso por tus hijos mayores si los tienes.
    Debe ser una decisión responsable y tirar hacia adelante con las consecuencias si las hay.
    A mi, por una parte, me parece una experiencia genial para una como madre, obviamente en casa se está mejor que en el hospital si todo va bien.
    Lo que me puede a mi es el miedo de «¿y si pasa algo?». Mi chico me dice que efectivamente antes se paría en casa, pero también antes había una tasa infinitamente mayor de muerte de madre o bebé por complicaciones.
    En mi opinión, lo ideal, poder dar a luz en un sitio donde se respete tu ritmo y tu voluntad, que te dejen parir en paz si todo va bien, pero que si no va bien, el peque o la mami tengamos atención inmediata.

    • Efectivamente Esther, es una decisión importante, una decisión familiar, pero sobre todo una decisión que debe tomar la mujer.
      Yo confiaba plenamente en mi matrona y en su capacidad para decidir si había que hacer un traslado o no, y para mi, el lugar en el que yo me sentía segura era mi casa, no un hospital 🙂
      Un abrazo!

  18. Una gran experiencia, sin duda!!
    La verdad es que a mí me da mucho respeto… Ahora que estoy a punto del dar a luz a mi segundo hijo, aún no me veo capaz de hacerlo sin epidural, aunque siempre pienso que en un futuro querría intentarlo. Pero lo de tenerlo en casa… creo que nunca sucederá, y eso que lo tendría muy fácil (pues mi marido es gine). Pero el simple hecho de que pueda pasar algo imprevisto en el momento del parto, me tira para atrás… Supongo que será porque sé demasiadas historias de partos en casa que no han acabado bien…
    Gracias por compartir tu maravillosa experiencia!! =)

    • Siempre digo que cada mujer debe decidir dónde se encuentra más cómoda para parir. Actualmente en el hospital también pasan desgracias, otra cosa es que no levanten el morbo que levanta una muerte en parto domiciliario y la prensa no se haga el mismo eco. Es más, el indice de mortalidad materno-infantil es el mismo en casa que en hospital. Te deseo un encuentro con tu hijo precioso! un abrazo enorme!

  19. Jolín, qué bonito Bea, me has emocionado. Reconozco que yo ni lo llegué a contemplar como posibilidad, ni creo que lo hiciera si volviera a quedarme embarazada, pero te admiro. desde luego es una decisión valiente y que, por supuesto, debe ser respetada. Y esperemos que llegue el día en que nuestro sistema sanitario la cubra.
    Saludos y felicidades!

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