Serafina, un restaurante en el centro para ir en familia

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Hoy vengo con un descubrimiento gastronómico estupendo para quienes seáis amantes del centro más centro de Madrid o trabajéis por la zona de Puerta del Sol. Y es que siempre me ha sorprendido que no hubiera apenas restaurantes bonitos para tomar algo por la zona, y que casi todos los establecimientos estuvieran dirigidos a turistas, lo que se traduce en precios altos y comida… en fín, dejémoslo en mejorable.

Pero un día pasé por la puerta y vi de refilón su ladrillo visto, «subway tiles» y mobiliario industrial y supe que por fín había un sitio por la zona que merecía la pena probar.

«Serafina» es el nombre de la madre de cuatro hermanos amantes de la restauración, que no dudaron en homenajear a su madre cuando se decidieron a abrir un restaurante, por que querían que su cocina estuviera repleta de comida sencilla, pero con ingredientes de gran calidad, como los que utilizaba su madre al cocinar.

El restaurante consta de dos plantas, una de calle con algunas mesas bajas y sillas de estilo vintage, perfecta si vais en familia y lleváis carrito, y una planta alta súper luminosa, con varias mesas en los ventanales, lámparas preciosas, una chimenea y hasta un sofá tipo «chester» en el que dan ganas de echar una cabezada después de saborear los platos de su carta…serafina-cocina-barUna carta de las que me encantan, con muchos entrantes diferentes, algunos platos principales potentes, y una selección de postres de las que me hacen volver para poder probarlos todos.

Cuando fuimos a probarlo en familia además, no pudieron ser más amables y abiertos a recibir peques. Nos acomodaron en una mesa con espacio para aparcar el Bugaboo Bee, nos ofrecieron una trona, y mientras mirábamos la carta las peques se entretenían pintando en sus manteles de papel.

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Probamos el Wan ton de langostino, un plato que nos sorprendió por su explosión de sabores, de segundo el tataki de atún y la hamburguesa, y de postre una tarta de manzana con helado de violetas que cuando probé se colocó en la primera posición de mis postres favoritos del mundo, y en el de Martina también, como podéis ver 😉

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Al tener tan buena experiencia familiar, fue uno de mis restaurantes elegidos para formar parte de la guía Foodiekids en la que podréis encontrar vales canjeables por un menú para niños si queréis ir a probarlo. La guía es una edición limitada así que no os quedéis sin la vuestra!

Podéis leer mi crónica en Mammaproof aquí.

¡Hasta el sábado!

Urban Beach, Nómada Market y… una anécdota para recordar

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A veces nuestros mejores planes por la ciudad son 100% improvisados porque, de todos modos ¿quien es capaz de planear algo por adelantado teniendo niños?. Así que la mayoría de los días nos despertamos sin prisa, desayunamos con calma, y si veo que tienen ganas de aventura, cargamos nuestra bolsa con todo lo imprescindible para pasar el día fuera y nos subimos al autobús.

Y ayer fue uno de esos días en los que a pesar del calor nos lanzamos a la calle y pasó de ser «domingo 19 de julio de 2015» a «el día que tuvimos que llamar a los bomberos». Cómo lo leéis… pero punto por punto.

Nuestra primera parada fue en el centro cultural Conde Duque, cuyo patio lleva unas semanas convertido en «The Urban Beach Cinema» y además este fin de semana se celebraba una edición Pop-up del famoso mercado de diseñadores «Nómada Market» .

Según llegamos paseamos por los puestos y nos encontramos con Susana, de Perfect Days, una marca de ropa infantil que descubrí en Instagram, con diseños muy originales y 100% hecho en España.

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Nos llevamos dos vestidos preciosos para Martina, y no pude mirar (ni fotografiar!) nada más, por que las chicas me llevaron derecha a «la playa» que habían montado en la entrada ¿quien puede resistirse a arena de verdad, de esa con la que los castillos salen perfectos? Además había taburetes y mesas con pinturas, tablas de surf, y una lona que simulaba una paradisíaca playa y que dio mucho juego para sacar fotos súper divertidas. Y por si fuera poco, ¡estaba a la sombra! no podíamos pedir mucho más.

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Pasamos allí un buen rato haciéndonos fotos, jugando, llenándonos de arena, enterrándonos los pies en ella, y cuando el sol comenzó a ganar terreno nos fuimos a picar algo a «Crumb», uno de nuestros restaurantes favoritos de la zona y que además está incluido en la guía foodiekids de Mammaproof. Tienen unos sandwiches de pan de masa madre riquísimos y el trato es de 10, así que somos clientes habituales.

Justo al lado, en la plaza de Cristino Martos hay una zona de columpios (a la sombra!) que también es visita obligada cuando estamos por el barrio, y no llevábamos ni 15 minutos cuando veo que Martina se ha quedado enganchada en uno de los columpios… Había metido la rodilla entre dos tablas de la estructura y no podía sacarla. Intenté tranquilizarla y hacer maniobras suaves para ver si salía pero con el calor se había hinchado un pelín y no se movía ni un milímetro… Sola con las dos y con una veintena de personas que me miraban sentados en una terraza pero sin tenderme una mano, fui directamente al móvil (gracias revolución tecnológica, gracias), y llamé al 112.

En menos de 3 minutos se juntaron bomberos, samur y un coche de policía, y en menos de 30 segundos la piernecita de Martina estaba liberada… pobre mía qué nerviosa estaba, aunque curiosamente cuando le dije que los bomberos venían de camino se emocionó un montón y estaba encantada con la idea de verlos.

Cuando se lo conté a mi chico no se creía que no hubiera hecho ninguna foto/vídeo/snapchat o similar y que no estuviera subido ya a todas las redes sociales posibles… y sí, reconozco que hubiera sido un recuerdo divertido que poder enseñarle a Martina cuando crezca, pero creo que esto no se le va a olvidar nunca, y en ese momento en lo único en lo que pensaba era en que ella estuviera bien, y en que el dispositivo que había liado no me llamaran madre exagerada…

Todo lo contrario. Bomberos, Samur y Policía nos tranquilizaron un montón, fueron súper divertidos con Martina, y se mostraron de lo más amable diciéndonos que pasaba más veces de lo que pensábamos y que para eso estaban. En fin, con mucha seguridad se va a quedar en ese cajón de los «¿Te acuerdas de cuando…?» y en una súper anécdota que contar a sus compañeros de cole.

Y vosotros, ¿qué habéis hecho este fin de semana? espero que haya sido menos accidentado que el mío!

Brunch familiar en «El Colmao»

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Hace unas semanas tuvimos uno de esos «lunes-sábado» familiares en los que aprovechamos el día libre del chico de la casa para hacer un plan en familia que por su trabajo no podemos hacer en fin de semana.

Como siempre digo, hay que saber darle la vuelta a las situaciones y pasear por Madrid entre semana tiene muchísimas ventajas; encuentras mucha menos gente, los comercios están abiertos (que muchos domingos no lo están y esperemos que siga así), y no tienes que preocuparte de si encontrarás mesa en la terraza de turno o mesa en cualquier restaurante.

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Esta vez pasamos por La Latina, un barrio precioso lleno de contrastes en el que puedes encontrar desde terracitas para aperitivear, hasta un jardín secreto, pasando por el famoso «Rastro» de Madrid. Callejeamos un poco y llegamos a «El Colmao», un restaurante muy singular que Almudena de «Across my Universe» probó con su familia y reseñó en su blog y en la guía foodiekids de Mammaproof Madrid.

Cuando entramos nos encontramos con una salita que bien podría ser la sala de estar de cualquier casa setentera, con mobiliario vintage, y detalles en cada rincón que hacen que te traslades a otra época, ,como piezas de menaje antiguo en cada mesa y también decorando las paredes.

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Nos decidimos por su brunch y la verdad es que fue un exitazo que disfrutamos los cuatro. Zumo de naranja recién exprimido para empezar, croissant con mermeladas de fresas y unos huevos soufflé con bacon  que fueron todo un descubrimiento. Nunca los había probado y estaban buenísimos!

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Y aunque para cuando era el turno del postre estábamos más que llenos, no nos pudimos resistir a probar su selección de tartas acompañadas de un café. De zanahoria, Red velvet, chocolate con remolacha… todas a cual más rica, sólo hay que ver la cara de Martina para adivinar como estaban!

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Tiene un salón principal en la primera planta además de la sala de la entrada, y también otra estancia en la parte de abajo con pared vista de ladrillo y abovedada a lo «cava» que tiene muchísimo encanto y es perfecta para una cena privada. Además organizan actuaciones en directo!

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Desde aquí os animo a que os acerquéis y os sumerjáis en su estética vintage mientras disfrutáis de su carta o brunch. Además si vais con peques y lleváis vuestra guía Foodiekids de Mammaproof tendréis un menú gratuito para ellos! una excusa estupenda para probar, ¿no os parece?

Foodiekids, una guía para chuparse los dedos

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El sábado pasado por fín, después de miles de mensajes en un grupo de whatsapp, muchas risas y algún momento de stress a tope, «las chicas foodiekids» nos juntamos en La Cocinita de Mamá Campo por un motivo muy especial, la presentación de la guía foodiekids de Mammaproof de la que soy coautora junto con Celia, Clara, Cristina, Almudena, Cruz, Noemí, Carmen y Mariu.

Reconozco que estaba un poco nerviosa por que todo saliera bien, y también por que ese día conoceríamos a Mavi y Sarah, quienes hace cuatro años se lanzaron a la aventura de crear Mammaproof, poniendo así su granito de arena para que las ciudades sean cada vez más «family welcome», y que han confiado en Celia y en mí para llevar adelante Mammaproof Madrid aún sin «conocernos» personalmente.

Elegimos como punto de reunión a La Cocinita de Mama Campo por muchos motivos. Ellos fueron precursores en ofrecer alimentación eco para niños, así como talleres de cocina para ellos, siempre han apoyado y confiado en el proyecto desde sus orígenes, y además en su espacio podríamos charlar mientras los peques disfrutaban de un taller de smoothies.

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Los peques pasaron un rato genial acompañados por una monitora que les iba guiando en la preparación de la bebida de fruta eco y bebidas vegetales de Monsoy que luego se llevaron en una botellita. Julieta además se iba zampando todos los trocitos de fruta que iba pillando por allí, menos mal que las niñas de Carmen la cuidaban como si fuera su hermanita pequeña!

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Después de ese ratito juntas en La Cocinita, disfrutando de un rico desayuno y hablando de nuestras experiencias en la elaboración de la guía (que podéis leer al final de este post), nos hicimos muchísimas fotos en el photocall improvisado que montamos con un montón de frutas y verduras que utilizamos de «atrezzo» y con las que salieron fotos chuísimas.

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Y para terminar, qué mejor que probar el nuevo restaurante de Mama Campo, «La Cantina», que sigue con su línea de ofrecer una carta eco pero en su versión más castiza y de tapeo y en el que pudimos probar muchas de sus riquísimas tapas para terminar de celebrar que la guía Foodiekids ya está a la venta, y ¡está siendo todo un éxito!

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guia-foodiekids-mammaproof-Miles de gracias a todos los establecimientos que participan en ella, a las marcas patrocinadoras (Bugaboo, La Colmena, Airbnb, Pingo, Monsoy) y a los fantásticos Mommo, que sacaron todas estas fotos preciosas que os enseño hoy y captaron momentos únicos para que nosotras estuviéramos despreocupadas y disfrutando del momento.

No os perdáis esta guía, de verdad… además de ser un producto único elaborado con muchísimo cariño por todas nosotras, es una edición limitada pasaporte gourmet en la que tendréis menús «foodiekids» gratuitos en cada restaurante que visitéis, y descuentos en tiendas y talleres. Por tan sólo 10€ dispondréis de una herramienta útil y con muchísima info a la hora de decidir dónde ir a comer con vuestros hijos, y además colaboraréis con 1€ que destinaremos a la asociación EDUCO de becas de comedor infantil. Estos son los puntos de venta en Madrid, y también la podéis adquirir online!

¿Os unís a la revolución del menú infantil? Let’s Foodie Kids!

«Clarita», restaurante kid friendly en Triball

Ya sabemos todos que cuando tienes niños la manera de salir cambia. Las noches de copas se cambian por noches en vela, los cines en pareja por pelis de dibujos en casa, y salir a comer… bueno, salir a comer se convierte en salir a los sitios de siempre en los que sabes que va a haber trona, «menú infantil» y muuuuchos otros niños. La buena noticia, es que cada vez es más frecuente que los nuevos locales se ajusten a estas características y un ejemplo de ello es «Clarita».

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Para nosotros, lo verdaderamente importante de un restaurante,  no es que tenga un cambiador en el baño, o cartas en las que se pueda colorear… lo importante de verdad es que te ayuden a colocar el carrito, te ofrezcan una mesa cómoda, y los camareros no te dirijan miradas fulminantes si se derrama un vaso de agua (que nos pasó… ups!) , ó se llena el suelo de miguitas… y ayer «Clarita», no pudo hacernos sentir más cómodos.

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Cuando entras, ya sabes que estás en un sitio especial. Su suelo, los azulejos «subway» que recubren la barra, el perchero amarillo que te da la bienvenida, su decoración es muy simple, pero a la vez cálida. La parte del restaurante recuerda al salón comedor de una casa, sus mesas son diferentes, tienen bancos con cojines (súper cómodos para dar teta, por cierto!), flores, velas…

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Cuando vimos la carta no sabíamos qué elegir, todo tenía una pinta estupenda, y así fue. Los platos son abundantes, y estaba todo realmente bueno.

Una opción estupenda para comer algo después de disfrutar de cualquiera de las funciones infantiles del Teatro Lara