Lost & Found Market, el nuevo mercado vintage de Madrid

Desde hace ya unas semanas me «obligo» a salir de casa con la cámara en la mochila, sobretodo si vamos al centro a hacer algún plan chulo o visitar algún sitio nuevo por que sé que la única manera que tengo de mejorar mis fotos es practicando, practicando y practicando (o mejor, disparando, disparando, disparando 😉 )

Tengo pendiente apuntarme a un curso al que tengo echado el ojo, pero la última vez que hice algo parecido al final hacía la mitad de los ejercicios, y llegaba tarde y mal a las clases, así que aunque lleve algo más de peso del habitual (de ese «habitual» cuando tienes dos niñas y una de ellas aún lleva pañales, y la otra tiene hambre/sed cada 30 minutos), lo tomo como una oportunidad de aprender y con suerte, sacar alguna foto chula.

Y éstas son de este sábado cuando estuvimos en el Lost & Found Market, un mercado de artículos de segunda mano y vintage que se instaló en el Centro Cultural Conde Duque durante todo el fin de semana y en el que gente de todo tipo compraban, vendían e intercambiaban toda clase de objetos.

Lámparas setenteras, botellas de refresco antiguas, vestidos veraniegos, caballitos de madera, zapatos… todo tenía cabida entre las decenas de puestos que había en el patio central.

Además, había varios camiones de comida o «foodtrucks» que están tan de moda ahora, como el de «Contigo baguette», que era tan bonito que no pude resistirme a subir a Martina a uno de los taburetes y hacerle una foto, y también un DJ que pinchaba música muy «oldie» pero muy divertida y que dio más ambiente aún si cabía al mercado.

Sólo un pero. Hacía mucho, pero mucho calor, y apenas sombras, aunque sí varios bancos con toldos en los que poder tomar algo fresquito.

Esperemos que lo repitan en otoño, seguro que volvemos y lo disfrutamos un poquito más 😉

Y vosotros, ¿qué habéis hecho el fin de semana?

«Maricastaña» con amigas

Más de 15 años siendo amigas han hecho que nuestras salidas juntas hayan sido de lo más variopintas. A centros comerciales en la adolescencia, discotecas al cumplir los 18 (o un poco antes, ;)), cenas de terracitas, fiestas de inauguración de nuestras primeras casas, bodas… y aunque cuántos más años cumplimos más difícil se nos hace cuadrar agendas, aprovechamos cualquier ratito libre para juntarnos y disfrutar de un momento de relax juntas, de esos en los que no tienes que ser nadie más, ni aparentar, por que son ya demasiados años para entendernos con sólo mirarnos.

En esta ocasión elegimos como lugar de reunión «Maricastaña», un café-bar al principio del barrio TriBall, justo en frente del Teatro Lara, que sigue la línea de decoración de los locales que se abren últimamente, con sillas de diseño y diferentes en cada mesa, ladrillo visto, lámparas industriales, una mesa comunal de madera con revistas de decoración, pero lejos de parecer «uno más», guarda un encanto especial que os animo a descubrir.

Como hacía una temperatura genial, elegimos una de las mesas pegadas al ventanal que estaba abierto de par en par y en la que daba la sensación de estar en una terraza, y además así pudimos aparcar sin problema el carrito de la recién llegada al grupo de chicas. Sin duda una de las mesas a tener en cuenta si la encontráis libre, tiene mucho encanto.

Quedamos a desayunar, pero tenían tantas opciones saladas y dulces que acabamos tomando un brunch improvisado que no me dio tiempo a fotografiar «entero» como podéis ver. Supongo que olvidarme de hacer fotos teniendo en cuenta mi adicción a Instagram, es una muy buena señal, ¿no creéis?

Pedimos el sandwich de jamón y queso que venía presentado enrollado sobre sí mismo en  forma de caracol, una manera súper original de presentarlo, zumos de naranja, yogurt con muesli y fresas (yummy!), unas tostadas con aceite, tomate y jamón, tarta de queso con  mermelada casera de moras y café, que por cierto estaba especialmente rico (y eso que me cuesta encontrarlo!) y lo sirven en tazas grandes y preciosas en las que te sabe aún mejor. También tienen una gran selección de tés para los no tan amantes de la cafeína

Su cocina abre de manera ininterrumpida de modo que puedes tomarte desde un desayuno como el nuestro hasta un gin tonic después de cenar,  y su planta baja, de la que no tengo fotos decentes por que estaba en casi penumbra, es perfecta para organizar una cena «semi privada» con amigos, (digo «semi privada» por que justo es la planta en la que están los lavabos)

Me quedé enamorada de sus sillas de piel, de los botes de cocina colocados en una especie de alacena empotrada, y de la «reja» geométrica tan setentera que cubría un gran espejo.

Brunch, comida, cena, o café rápido, estoy segura de que seguiremos buscando estos ratitos juntas tan necesarios y relajantes, en los que nos olvidamos un poco del mundo, y compartimos momentos con las mujeres que más saben de nosotras. ¡Por la amistad!

Juanse Kafe, una farmacia deliciosa

Hacía ya tiempo que cada vez que pasaba por la preciosa fachada de la farmacia «Juanse» pensaba… «Cualquier día será el último que vea estos azulejos».

Y es que esta esquina entre las calles San Andrés y San Vicente Ferrer cesó su actividad en 2013 tras estar suministrando remedios de todo tipo desde 1918 y los vecinos de la zona temían que pasara de ser uno de los rincones más bonitos y fotografiados del barrio a convertirse en cualquier negocio «sin alma».

Pero entonces, Mariví quiso lanzarse a la aventura de reabrirlo como café-tienda de delicatessen, y así nació «Juanse Kafe»

«Soy de Donosti, pero con 20 años vine a estudiar a Madrid y viví varios años en Malasaña, en la calle Espíritu Santo. Tengo unos recuerdos maravillosos de aquella época y de hecho, me enamoré de Madrid y de su gente, y no he dejado de venir cada vez que he podido.»

«Cuando mis amigos van a Donosti, siempre regresan a Madrid cargados de productos vascos (tejas y cigarrillos, xaxus, queso, anchoas…) así que un día paseando por La Concha con mi hermana, hablando de Madrid y de los amigos, nos dimos cuenta de que existía un vínculo especial entre ambos, y empezamos a soñar con un espacio, un punto de encuentro dónde pudiesen coincidir. «

«Casualmente, en ese momento, el local de la farmacia por la que pasaba cada día cuando volvía de clase había cesado su actividad después de más de cuarenta años, y estaba en alquiler. No lo dudamos ni un segundo «

En las antiguas vitrinas de la botica, ahora en vez de medicamentos se pueden encontrar productos delicatessen del País Vasco y Navarra como dulces de casa Eceiza y Gorrotxategi (tejas, cigarrillos, xaxus…), piperrak de Zubelzu, anchoas y bonito de Olasagasti, block de Foie de Etxenike, sales aromatizadas de Añana, caramelos de El Caserio…

Y ahora en Navidad también disponen de una selecta y amplia oferta de turrones de autor. Turrones de mandarina, armagnac, frambuesa, trufa…

«Lo que más me gusta de haber abierto el café es el trato con la gente, poder crear un entorno acogedor en el que se pueda degustar y disfrutar de la fusión entre Madrid y Pais Vasco-Navarra y que quienes pasen por aquí se vayan con la intención de volver porque han pasado un rato agradable.»

«Queremos sorprender cada semana con una oferta diferente de dulce, aunque las torrijas caramelizadas y el brownie caliente serán una constante en la carta. Para picar salado tenemos tostas, auzperri (foie mi-cuit), cantábrico (lomos de bonito con piperrak y aceitunas), caños (cremas de untar acompañadas de nachos)…»

«La acogida del barrio ha sido estupenda. Los vecinos estaban muy preocupados con el destino que iba a tener el local, ya que es un lugar emblemático y nos están dando las gracias por haber recuperado el espacio y por la reforma realizada. Le hemos puesto mucho esfuerzo y cariño y estamos muy contentos con el resultado.»

Y puedo decir que es cierto… todo el cariño que han puesto en la reapertura de este local se transmite en cada uno de los detalles. Juanse Kafe se ha convertido en apenas unas semanas en la nueva «niña bonita» del barrio de Malasaña, y en una visita imprescindible para tomar un café y transportarte a otros tiempos con sus suelos, mostrador, vitrinas y letreros antiguos.

 

¡Buen fin de semana!

nuestro Malakids!

Desde la pasada edición, cuando los organizadores ya comentaban que estarían pronto de vuelta, sabíamos que este año además de volver al cole y a las rutinas que trae septiembre, también volveríamos a disfrutar del festival de cultura urbana para peques más divertido, y a ver los barrios de Malasaña y Conde Duque «invadidos» por pequeños.

Parecía que el tiempo iba a estar un poco raro, especialmente el domingo, así que para no arriesgarnos a mucha lluvia decidimos ir el sábado a primera hora hasta que las peque aguantasen. Había muchísimas actividades, pero sinceramente no encontré el momento para verlas con antelación y reservar plaza, así que fuimos a la aventura.

Las peques decidieron madrugar, así que llegamos justo a tiempo para coger un buen sitio y disfrutar del concierto de AmyJo Doherty y su repertorio de canciones en inglés que consiguió conquistarnos a todos con sus bailes, caretas e instrumentos musicales.

Después del concierto decidimos acercarnos al «market» de Malakids! en LASEDE del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Allí nos encontramos con varios talleres para peques, sacos gigantes de colores para saltar, un mini circuito en el que se podían probar varias bicis y patinetes, y también un montón de tiendas bonitas cuyo trabajo sigo desde Instagram desde casi sus comienzos, como Oui Oui, To The Wild  o Ila & Ela artesanal, cuyos mapaches me dejaron totalmente enamorada…

Allí también estaba mi amiga Cristina y su equipo de Froggies, pintando caritas a todos los peques, y Martina, Elena (Ahora soy Mamá) y Sofía (Clara B Martín) no dudaron ni un segundo en ponerse en sus manos para convertirse en princesas y gatito.
Aprovechamos que ya estábamos las tres familias juntas para buscar un sitio fuera del barullo y comer tranquilos, y acabamos en la terraza de las sandwichería Rodilla, en la plaza de Chueca, aprovechando que hacía bueno.

De vuelta a la Plaza del Dos de Mayo, nos encontramos con la caseta de Bugaboo haciendo fotos de familia a todos los que quisieran participar en su iniciativa «la ciudad es tuya», que consistía en empapelar, literalmente, toda su caseta con las fotos de todos, y claro que nos unimos! primero nosotros cuatro, y luego las tres familias juntas.

Entramos por la calle Espíritu Santo y el ambiente iba «in crescendo». Decoración de cupcakes en Happy Day Bakery, saltos de charcos de agua en medio de la calle y tiendas en la calle como la de Mon Petit Retro, una juguetería llena de encanto en la esquina de la calle San Andrés que no os podéis perder si vais por la zona.

Un poco más adelante, las peques pudieron pintar postales en Populart, y cuando pensábamos que su energía no daba para más, nos sorprendieron dándolo todo en el concierto de The Pinker Tones !

Fue un día súper intenso que disfrutamos muchísimo. El festival «ha pegado el estirón» en esta segunda edición, como dice Antonio Sañudo, su organizador, y se ha notado y mucho en cuanto a las instalaciones, actividades y colaboración vecinal y de voluntariado.

Estamos deseando que llegue la tercera edición!

Malakids!

«No es ciudad para niños», solemos decir mi chico y yo haciendo nuestra versión de aquel título de película. Y es verdad, Madrid, y más concretamente el centro de Madrid, no suele estar preparado para familias, y encontrar planes para peques, restaurantes family friendly, ó simplemente alguna zona con columpios, no suele ser fácil.

Pero de un tiempo a esta parte, la situación está cambiando, y los padres y madres que demandamos un ocio alternativo para disfrutar con los niños cada vez tenemos más opciones.

Malakids!, es el primer festival de ocio urbano para familias, se va a celebrar los días 28, 29 y 30 de marzo, y nace para devolver la ciudad a los niños (y los niños a la ciudad).

Su inspiración ha sido la iniciativa valenciana «Ruzafa loves kids», y su intención es la de reivindicar las zonas de Malasaña y Conde Duque como barrios para las familias y revitalizar su actividad vecinal, cultural y comercial con más de 100 propuestas y actividades para los niños, que se llevarán a cabo en espacios culturales y emblemáticos como la Plaza de Juan Pujol, el Museo del Romanticismo, ó la Calle de la Palma.

La plaza del Dos de Mayo, corazón de Malasaña, será el gran escenario principal del festival, con propuestas gratuitas en horario ininterrumpido, de 10 a 19 horas. Música, teatro, yoga en familia, juegos y talleres y conciertos de estilos variados: punk de «Patones», el Rock and Roll de las originales versiones ‘desinfantilizadas’ de «Paulix & The ATTG Kids» y el funky de «Boss and Over».

Junto al programa ‘oficial’ del festival coexistirá otro paralelo creado por negocios, asociaciones y vecinos de la zona, los cuales se han volcado con esta primera edición de Malakids! participando y organizando actividades de lo más originales en sus propios locales y en espacios públicos: teatro, talleres, conciertos, formación, exposiciones… como en la calle de la Palma, donde los comerciantes acercarán los juegos de toda vida a los niños de hoy (carreras de sacos, peonza, canicas, rayuelas…)

La programación para los tres días, podéis encontrarla aquí, hay algunas actividades que tienen coste, pero la gran mayoría son gratuitas. Seguro que encontráis algo con lo que podáis disfrutar toda la familia. Y si no queréis perderos ninguna de las novedades, sólo tenéis que descargaros la App oficial del festival, gratis en la Apple Store para iOS y en Google Play para dispositivos Android.

Malakids! contará también con un ‘Malakids! Market’: un mercadillo únicamente de productos infantiles y diseños handmade. El mercadillo abrirá sus puertas en el espacio Espíritu23, (C/ Espíritu Santo, 23), el sábado y el domingo.

Espero que Malakids! sea todo un éxito, y que haya muchas más ediciones. Martina y yo no nos lo perdemos por nada.